Cosas

Leonardo Herrera
Creado: 14/9/2002

Se avecinan cosas interesantes.

En la Softel 2002 tendremos un stand, donde presentaremos ePublish al público. Ya tenemos algunos clientes, pero en realidad, en esta feria es donde haremos el lanzamiento oficial.

Estoy muy nervioso. No que no confíe en mi producto, sino que es una etapa nueva. Las cosas han ido pasando bastante lento, el producto ha madurado, los clientes han respondido. Pero desde un punto de vista personal, no puedo dejar de pensar que estaremos expuestos al escrutinio público. Escucharé muchas alabanzas a mi producto, estoy seguro, pero no sé como tomaré las críticas a veces tan categóricas que alguien emite cuando no entiende o sencillamente no le gusta algo. O sea, si alguien dice "ah, ePublish vale hongo", no estoy seguro que lo tome muy bien. Mucho esfuerzo, mucha planificación, y muchísimo trabajo duro se ha ido en pos de lograr el software que estoy usando en este mismo momento, para publicar mi página personal. Cuando alguien ha trabajado tanto en algo, no puede evitar algun lazo emocional; supongo que eso me pasa.

Pero tengo confianza, y espero vender como condenado. Estaría bueno, necesito arreglar el auto.

En otro plano, pasó el 11 de Septiembre y ya no estoy muy seguro que representa para mí. Antiguamente, era una fecha no muy grata, dado los sucesos que ocurrieron en este país. Pero ahora se transformó en una parafernalia; no ví un solo programa dedicado al otrora efemérides chileno, sino que un montón de banderas gringas flameando, mostrando una "América" dolida.

En una lista de correo, se me salió lo siguiente al teclado:

La verdad de las cosas, los gringos me dan pena. No sus líderes, sino el gringo común y corriente, que vive en una casa con antejardín sin reja, en un pueblo cualquiera, que siempre ha visto la vida de un color rosado pálido, cuya mayor aspiración es ser "un ciudadano de provecho para mi country". Ellos me dan pena, pues se despertaron bruscamente de un sueño cálido y seguro.

En otras partes del mundo, estamos medio acostumbrados a las pellejerías. Acá sabemos del miedo (para no polemizar, estoy pensando en el miedo a la guerra con un país vecino), del hambre, de la injusticia. En otros países saben del miedo de la opresión, de no tener derecho a hablar tu idioma, de no poder salir a la calle, de no poder profesar tus creencias, de otros iguales a tí pero que no son de tu tribu, del SIDA, la peste, los francotiradores, las minas antipersonal, las bombas. Estados Unidos siempre fue un lugar seguro. En su nido seguro, a lo más que temieron fueron a sus propios problemas; sin embargo, un pedazo del mundo exterior entró en su patio hace un año y un par de días, y aún estos pobres gringos siguen lamentándose de lo bueno que eran los otros tiempos, que ahora el "terrorismo" ha cambiado todo.

Lo que no saben es que el mundo siempre ha sido así, lo único es que ellos no lo habían notado.

Hm. Ya no ando filosófico, a todo esto.

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